La serie, que comenzó como una parodia, actualmente es un thriller en toda regla con pinceladas de comedia. ·······Contiene spoilers·······
Antes de comenzar, diré que fuí, soy y seré seguidor de Los hombres de Paco, ya que es una de las pocas series nacionales que se pueden ver en la actualidad.
Mi historia con la serie comenzó desde el primer día de emisión, cuando aún nadie la conocía ni las quinceañeras tenían las carpetas forradas con fotos de Hugo Silva.
El primer capítulo me dejó un buen sabor de boca y rezaba porque la aceptación de la serie hubiese sido buena y no acabase cancelada como muchas otras. A lo largo de las semanas me fue gustando cada vez más la fórmula de humor negro que usaban, pero como la sombra de la audiencia planeaba sobre ella, llegó lo inevitable: La cancelación.
Aunque aseguraron que la serie volvería tras unos retoques, los cuatro gatos que la admirábamos no las teníamos todas con nosotros, ya que no era la primera serie retirada a talleres que no volvía (Los 80).
En el comienzo de la serie, veíamos como Paco Miranda y sus hombres, se metían en líos como estropear un alijo de droga que luego acabarían secando en el microondas, hasta proteger a un testigo en un piso franco o deambular por la comisaría con un cadáver que después terminaría con el cuerpo lleno de grapas y medio calcinado.
Este tipo de historias teñidas de humor negro, nos sacaba del esquema habitual de series españolas que parecen estar todas cortadas por el mísmo patrón y aunque en los capítulos se tocaba la típica trama de romance tormentoso entre Lucas y Sara, los verdaderos protagonístas eran los tres policías y su equipo formado por Povedilla y compañía.
Después de unos meses, la promesa se hizo realidad y la serie volvió con algunos retoques, que incluían un cambio total de estilo visual y narrativo.Lo que caracterizaba a la serie en su comienzo, desapareció por completo para aserranarse, que podría ser la definición de serie original que se convierte en lo mísmo de siempre: tramas de romances tortuosos interminables y pesadas, grupos musicales que promocionan disco y un humor más suave y típico.
En ese momento fue cuando la serie logró hacerse con un hueco en la parrilla y empezar a enganchar al público, en gran parte adolescente, que suspiraba con las escenas entre Sara y Lucas con música de Pignoise de fondo.
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Si esos cambios servían para que la serie siguiese en antena, valía la pena intentarlo y hacerse a la nueva situación.
Fue así como semana a semana la serie se fue haciendo más popular mientras que los personajes seguían con sus disparatadas ocurrencias, hasta que llegó el impactante final de la primera temporada en el que el humor daría paso a la intriga y el drama.
En el tramo final veíamos como Sara y Lucas se veían involucrados en un asesinato que acabaría con la jóven secuestrada y con el policía huido de la justicia para rescatar a su amada, mientras su mejor amigo Paco, se debatía entre la faceta de padre y la de policía.
La temporada acabó con un final abierto bastante inquietante en una serie cómica y fue tal el éxito y los buenos comentarios que despertó esa trama final, que la serie volvería más tarde en su segunda temporada con un cambio radical.
Los nuevos capítulos tenían como trama principal el de la corrupción policial, que rodearía de drama y suspense a los personajes principales, para dejar el peso de la comedia en los secundarios.
El caso Uriarte trajo a la serie asesinatos, agentes corruptos, detenciones y tensión hasta que la muerte de Bernarda nos dejó boquiabiertos a unos espectadores que empezábamos a comprender que las tramas empezasen a ser más serias de lo habitual, pero que dábamos por hecho que no pasarían de cuatro sustos, capaces de convivir con la comedia.
Sin duda, fue una salida de la actriz Neus Asensi , bestial, teniendo en cuenta que casi todas las salidas de actores en series españolas se justifican con viajes a otros países.
Desde ese miércoles hasta el siguiente, los foros se llenaban de conjeturas de un público que empezaba a estar decepcionado y que pensaba que ese acontecimiento cerraría la etapa de humor en la serie, pero afortunadamente, los guionístas no se recrearon excesívamente en el dolor de los protagonístas.
Las semanas fueron pasando hasta llegar al final de temporada, donde la trama Uriarte culminaría con la aparición del supuestamente fallecido padre de Lucas, que resolvería las dudas sobre la implicación de Paco en su fictícia muerte y destapando a una de los agentes de Asuntos Internos, que intentaría hacer todo lo posible para no ser descubierta y que acabaría asesinando al padre de Lucas y siendo detenida.
Para no perder el filón que habían encontrado en esta trama, la semana siguiente comenzó otra nueva temporada que contaría con la aparición de la hermana secreta de Lucas y una gran cantidad de dinero que volvería a poner en peligro a los protagonístas.
Durante unos capítulos, se dió un respiro al espectador volviendo nuevamente a tramas más ligeras y cómicas, hasta la reciente aparición de Uriarte y sus secuaces que llevaron a cabo el secuestro de Lucas, el intento de asesinato de Silvia, con pérdida de bebé incluida y con la salida a la luz de la doble vida de Ruth, la psicóloga, que parece tener algo que ver con Uriarte y sus hombres.
Esto es todo lo que ha pasado hasta esta semana y aunque las últimas tramas pueden superar, en mi opinión, a las de El Comisario, se nos hace raro ver que las llevan a cabo personajes creados para la comedia como pueden ser Paco, Mariano o Povedilla.
Aun así, si no le has dado una oportunidad a la serie, ya estás tardando en verla y delitarte con los geniales Paco Tous y Juan Diego, entre otros.
Y si eres un fiel seguidor, te recordamos que este mísmo mes sale un nuevo pack en dvd.