El ciclo de software finaliza y se centrará un pequeño equipo de desarrollo en dar soporte al juego
El lanzamiento de Battleborn por parte de Gearbox no fue ni de lejos un fracaso absoluto como ha ocurrido con Lawbreakers en el que hemos visto como tan solo un mes después del lanzamiento se había perdido prácticamente todo el grueso de jugadores. Gearbox lanzó un título muy similar a Overwatch, en un género cada vez más sobreexplotado como es el de los Arena Shooters que intentan introducir competitividad entre los jugadores.
Overwatch se ha llevado casi todo el éxito del género y los esfuerzos por otras empresas en competir con lo que ha conseguido Blizzard cuesta muchos millones de dólares. Gearbox ha visto cómo no es posible competir con ello y han decidido finalmente centrarse en otra cosa como es el desarrollo de Borderlands 3. Esto es algo muy normal dentro de las empresas de desarrollo de software, donde el ciclo de vida de un producto se planifica desde muchos meses antes del comienzo del proyecto. Se valoran entonces los distintos riesgos que pueden poner en peligro el proyecto y se trata de amortiguar los posibles daños para que los beneficios netos no se vean comprometidos. En este caso, Gearbox ha actuado correctamente eligiendo dar un paso atrás y dejar de generar contenido para un título en el que saben que sus competidores no les van a dar tregua.
La decisión de Gearbox de optar porque el equipo de desarrollo de Battleborn se dedique a otra cosa también depende de las decisiones de sus accionistas y ofrecer un equipo de soporte para el título también es algo muy normal dentro del ciclo de vida de un software.
No se ha detallado durante cuanto tiempo Gearbox dará soporte a Battleborn pero este periodo podría durar varios años, realizando un gasto menor dentro del balance de la empresa en comparación con lo que les hubiese costado mantener un equipo de desarrollo a pleno rendimiento para la aplicación de procesos de mejora continua al producto.