Las autoridades ucranianas han decidido retrasar la colocación del sarcófago hasta mayo del año que viene
Todos conocemos el desastre nuclear sucedido en la central nuclear de Chernóbil en 1986, que provocó el abandono de la zona y la construcción de un sarcófago de contención de los residuos radiactivos generados por el accidente. Desde diciembre de 2010 se lleva construyendo un nuevo sarcófago que se superponga al actual, una estructura ya demasiado antigua que se lleva resquebrajando durante años.
La nueva estructura metálica de 110 metros de altura se colocará sobre el antiguo sarcófago para contener las radiaciones que todavía emanan del interior del amasijo de hierros y escombros en el que se convirtió el reactor número 4 tras el fatal accidente. La fecha de colocación de esta obra de ingeniería estaba prevista para finalizarse durante el pasado mes de noviembre. Sin embargo, el gobierno ucraniano ha decidido posponer el emplazamiento final.
Pese a haber finalizado el proyecto hace algo más de un año, la colocación en su emplazamiento final resulta un proceso muy complicado. Pese a estar ya colocado en el lugar adecuado, las últimas pruebas y configuraciones deben completarse para finalizar correctamente el proyecto. El proceso debe efectuarse con la mayor precisión posible puesto que el sarcófago está pensado para proteger de la radiación del interior del reactor hasta al menos el siglo que viene.
Según Sergiy Deryuga, subdirector del proyecto Nuevo Confinamiento Seguro, la misión se ha retrasado porque la empresa contratista, Novarka, no pudo completar las obras necesarias a tiempo. La fecha dictaminada para la colocación del sarcófago se pospone a mayo de 2018.