El envío procedía de Bielorrusia y tiene índices de contaminación por cesio 137
Funcionarios franceses del servicio de aduanas han interceptado un cargamento de setas de 3.5 toneladas provenientes de Bielorrusia. El envío llegaba a través de Frankfurt (Alemania) y contenía trazas de cesio 137, un isotopo radiactivo altamente contaminante y perjudicial para la salud humana.
Aunque el envío de setas no se ha considerado una amenaza para la salud, se destruirá con un incinerador especializado. "Como los hongos provienen de Bielorrusia, es muy probable que la contaminación se originara en Chernobyl", comentó un funcionario del Instituto de Radioprotección y Seguridad Nuclear francés.
En comparación con otras verduras, las setas representan el mayor riesgo cuando se trata de radiación. La falta de tallos y raíces hacen que las setas absorban los nutrientes desde el medio ambiente a través de las células de su piel. El resultado de este proceso de nutrición indica que las setas son propensas a absorber sustancias radioactivas. El funcionamiento de la radiación es distinta en las diversas variedades de vegetación pero la despoblación humana de las zonas afectadas por accidentes nucleares muestran un índice de crecimiento mucho mayor. Un ejemplo de esto es lo ocurrido en la prefectura de Fukushima (Japón) tras el incidente nuclear de 2011.
Esto hace que sea inquietante, pero nada sorprendente, que las setas bielorrusos contengan cesio 137, que es uno de los isotopos distribuidos por la explosión del reactor que sacudió la central nuclear de Chernobyl, que se encuentra al sur de la frontera bielorrusa.
Entre los accidentes nucleares más famosos de la historia, el desastre de Chernobyl ocurrió en 1986, sin embargo, sus efectos se siguen sintiendo hasta el día de hoy. El cesio-137 tiene una vida media de 30 años, lo que significa que todavía se puede encontrar en las áreas circundantes a Chernobyl.
Y aunque las setas bielorrusas corren el riesgo de ser radiactivas, el grado de contaminación nuclear varía mucho según el tipo de seta. El desastre nuclear de Chernobyl también afectó a muchos otros tipos de alimentos de las regiones cercanas y actualmente el efecto de la radiación sigue presente en la vegetación autóctona.