Hacemos un repaso de algunos sucesos de contaminación radiactiva que tuvieron lugar en Brasil, Estados Unidos, Inglaterra y Rusia durante la última mitad del siglo XX
Seguramente conozcas accidentes nucleares como el de Chernóbil o el de Fukushima. Ambos son accidentes que han tenido una gran repercusión en nuestro tiempo tanto por su gravedad como por su actualidad. Los accidentes nucleares provocan que la sociedad tenga menos confianza en las energías provinientes de la separación de los átomos y se deriven a la utilización de energías más limpias.
5. El accidente de Goiânia
Ocurrió durante el mes de septiembre de 1987 en Brasil. El incidente lo ocasionó el robo de una máquina de terapia radiológica que estaba abandonada en una clínica de radioterapia abandonada en Goiânia, capital del estado de Goiás. La manipulación de la máquina provocó la exposición de un cilindro de plomo y acero que contenía cloruro de cesio radiactivo.
El accidente ocasionó que un gran número de personas estuvieran expuestas a la radiación, provocando la muerte de 4 personas y el envenenamiento de otras 249 que resultaron heridos por el suceso.
Los ladrones que robaron la máquina intentaron abrir el cilindro de plomo y acero, que estaba sellado por una ventana de iridio. Al romper la ventana de iridio, los individuos visualizaron un material que emitía luz azul, este material era cloruro de cesio.
Tras el hurto, ambos individuos vendieron las piezas contaminadas de la máquina a un a chatarrería y la contaminación radiactiva se extendió por la localidad afectando a adultos y a niños. Al cabo de algunos días, varias personas de la localidad comenzaron a enfermar y hasta cerca de dos semanas no vincularon los sucesos de enfermedad con la presencia del material. Fue entonces cuando se alertó a las autoridades que tuvieron que descontaminar zonas comunes de la localidad, viviendas, solares e incluso se tuvieron que derribar varias casas.
4. El incidente de Three Mile Island
En marzo de 1979 la isla del estado de Pensilvania, Three Mile Island, sufrió un accidente nuclear debido a que el reactor de la central homónima provocó una fusión parcial su núcleo.
El accidente de la central de Three Mile Island fue considerado el más grave de los accidentes civiles hasta que siete años después ocurriese el accidente de la central nuclear de Chernóbil.
El suceso fue provocado a las 4 de la madrugada del día 28 de marzo de 1979. Las bombas de alimentación del circuito secundario del reactor dejaron de funcionar a causa de una avería y tanto la turbina como el reactor se apagaron. Este apagón provocó que l a presión comenzase aumentar abriéndose así la válvula de presión que no se cerró de manera automática una vez la presión volvió a ser estable. Del mismo modo las válvulas que debían abrirse de manera automática para introducir refrigerante en forma de agua al sistema con el fin de reducir su temperatura, no se abrieron. Posteriormente se consiguió verter agua en el sistema, algunas horas después del suceso pero eso no provocó que el personal de la planta tuviera que evacuar durante una semana entera el vapor radiactivo y el hidrógeno que se generaron en el suceso directamente a la atmósfera.
Los fallos sucedidos en la planta nuclear tuvieron un gran componente humano debido al descuido de dejar los sistemas en el estado adecuado cuando se realizaron las pruebas obligatorias de manera periódica. Las consecuencias finales del accidente no están claras y aunque no
Como anécdota, se ha vinculado siempre este suceso al estreno de la película El síndrome de China, protagonizada por Jane Fonda. La película narra un suceso similar y por pura coincidencia su estreno tuvo lugar tan solo unas semanas antes del accidente.
3. El incendio de Windscale
La central nuclear de Windscale, localizada en Gran Bretaña protagonizó un incidente nuclear al incendiarse el 10 de octubre de 1957. En la actualidad es una planta de reprocesamiento de material nuclear llamada Sellafield y está localizada en la costa oeste de Inglaterra, frente a la isla de Man.
El accidente fue provocado por un cambio de intereses del gobierno británico durante la época de la fabricación de la bomba atómica. Los dirigentes ingleses querían fabricar, al igual que los americanos, una bomba nuclear inglesa. Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, el lanzamiento de la primera bomba atómica y el comienzo en la investigación para la fabricación de la primera bomba de termonuclear, el gobierno británico quiso seguir los pasos del americano y trabajar en la misma vía.
Se decidió reorientar los planes de uso de la central de Windscale, que había sido construida y utilizada hasta ese entonces con el fin de enriquecer uranio con el fin de utilizarlo como armamento. Posteriormente se le intentó dar uso para la fabricación del tritio, material necesario para la fabricación de una bomba termonuclear.
La fabricación del tritio provocaba que los reactores de la central de Windscale llegaran a temperaturas bastante altas. La elaboración de los materiales en ésta planta provocó el sobrecalentamiento de los reactores ya que no estaba construida para tal efecto. Tras varios intentos de fabricación y pese al incremento de la temperatura, los operarios entendieron que los niveles eran aceptables y comenzaron la producción en masa. Varios días después comenzaron a darse cuenta que los reactores se enfriaban mucho más despacio de lo normal hasta que el 10 de octubre de 1957 se dieron cuenta que la temperatura en lugar de descender en el proceso de enfriado aumentaba.
En ese momento se dieron cuenta de que se había provocado un incendio en el reactor al menos, se calcula, 48 horas después de que comenzase. Los operarios que vivieron el suceso indican que el material del interior del reactor se veía blanco debido al calor al que estaba expuesto. Se llegaron a alcanzar hasta 1,300 ºC.
El incendio trató de apagarse mediante ventilación, que lo avivó todavía más y finalmente se optó por la utilización de agua. La refrigeración del núcleo durante varios días consiguió que finalmente se enfriase totalmente.
Las consecuencias del accidente de Windscale originaron la dispersión de material radiactivo a la atmósfera. Aunque muy inferior a la fuga radiactiva sucedida en accidentes como el de Chernóbil se estima que afectó a 240 personas que desarrollaron posteriormente cáncer de tiroides debido al isótopo radiactivo yodo-131.
Actualmente, el reactor donde sucedió el incendio sigue sellado y se espera su desmantelación en el año 2037.
2. El incidente de Baneberry
En el sitio de pruebas de bombas atómicas del desierto de Nevada, en Estados Unidos, tuvo lugar el 18 de diciembre de 1970 la explosión controlada de una bomba nuclear de 10 kilotones apodada como Baneberry.
Por aquel entonces, las pruebas de explosiones de bombas atómicas llevadas a cabo por el gobierno de Estados Unidos se realizaban en el subsuelo. Las explosiones subterráneas eran mucho menos peligrosas que las que se realizaban en la década de los 50, que nos enseñaron la forma de los hongos de humo radiactivos.
Sin embargo, en diciembre de 1970, la explosión de la bomba Baneberry provocó tras la explosión una serie de fisuras en el suelo. A través de las fisuras comenzó a salir polvo radiactivo en forma de gas que fue emitido a la atmósfera. La nube era visible desde Las Vegas y alcanzó 3,000 metros de altura.
Las consecuencias del incidente de Baneberry supusieron la clausura de las pruebas nucleares en el desierto de Nevada durante seis meses para esclarecer los hechos del suceso. Además, el material radiactivo cayó sobre casi un centenar de trabajadores de las instalaciones provocando la muerte de dos de ellos por leucemia.
1. El accidente de Tomsk-7
Actualmente conocida como Seversk, Tomsk-7 era una localidad situada en Siberia a unos 3,000 kilómetros de Moscú que durante la Guerra Fría fue una ciudad secreta del ejército soviético. En sus instalaciones orientadas a la producción de uranio y plutonio, vivían más de 100,000 personas, tanto trabajadores como familiares de éstos.
Tras terminar la Guerra Fría y después del desmantelamiento de la Unión Soviética, el gobierno ruso decidió comenzar a desmantelar las instalaciones. Una de las labores que tuvieron que realizar los operarios era extraer el plutonio del material nuclear gastado. Estas labores produjeron distintos sucesos pero el más importante tuvo lugar el 6 de abril de 1993.
El desmantelamiento de un tanque de almacenamiento de combustible nuclear gastado para separar el plutonio existente en él produjo una explosión debido a la presión en el tanque. Para asegurar la correcta separación del plutonio es necesario introducir aire comprimido junto a una solución de ácido nítrico en el tanque. Sin embargo, el aire bombeado para uno de los tanques fue insuficiente y estalló provocando que uno de los edificios saliese por los aires y comenzase a arder.
La nube de gas radiactiva contaminó 120 kilómetros cuadrados de las regiones cercanas a las instalaciones de Tomsk-7. Los niveles de cesio-137 y plutonio aumentaron notablemente tras el suceso y perdurarán así durante años.