Resuelto el misterio de la figura del astronauta que preside uno de los pórticos más emblemáticos de la Catedral de Salamanca

La Catedral de Salamanca, también conocida como la Catedral Nueva está asentada en la capital salmantina junto a la Catedral Vieja y es actualmente la sede de la diócesis de Salamanca. La catedral, que fue construida entre los siglos XVI y XVIII fue construida por el arquitecto Rodrigo Gil de Hontañón y mezcla los estilos gótico tardío, renacentista y barroco.

Una de las visitas casi obligadas es la que permite visualizar uno de los pórticos más emblemáticos de la catedral, no por su belleza sino por su leyenda urbana. El boca a boca ha convertido a este pórtico en uno de los más ilustres ejemplos de bulo compartido por gran cantidad de la población que lo visita. 

Astronauta en la Catedral de Salamanca

Astronauta en la Catedral de Salamanca

La mayoría de los visitantes que acuden a la catedral no salen de su estupor al visualizar en dicho pórtico una imagen fuera de lugar, un astronauta. La imagen del humanoide se visualiza con gran detalle y es posible entrever tanto el traje de astronauta, las botas utilizadas en los paseos espaciales y la sonda que lo conecta con una supuesta nave. El misterio es para muchos cómo puede haber perdurado esa imagen después de tanto tiempo en una construcción de obra tan antigua. 

La realidad de todo esto es que el misterio no es tal. Según la ley de Patrimonio Histórico de España, cuando se realizan obras de restauración sobre un elemento arquitectónico de este calibre es obligatorio dejar una referencia a que dicho elemento ha sido restaurado. Esto se hace referencia en el segundo parrafo del artículo 39 de la Ley de Patrimonio HIstórico 16/1985 que indica que en caso de que las obras de restauración que impliquen el añadido de partes indispensables para su estabilidad, los elementos añadidos deben ser reconocibles para evitar confusiones miméticas. En el ejemplo de esta catedral no solo el astronauta está fuera de lugar, además se puede visualizar un dragón con un cono de helado que en muchas ocasiones pasa desapercibido.

Los nuevos elementos arquitectónicos introducidos en el pórtico datan de 1992, momento en el que se realizó una restauración del entramado del pórtico para la exposición temporal “Las Edades del Hombre”. El icónico astronauta ha sido víctima con el paso del tiempo de sucesivos actos vandálicos que han desfigurado su rostro y hasta en una ocasión provocaron que perdiera un brazo.

Existen multitud de ejemplos arquitectónicos que debido a las restauraciones que han experimentado muestran elementos de nuestra época incrustados junto al resto de ornamentaciones.

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