Los cambios en la ley han pasado por una consulta parlamentaria con el apoyo de fabricantes, aseguradoras y compañías de transporte
El ojo de la tecnología en cuanto a la gestión de tráfico se refiere está muy orientado a la aplicación de soluciones autónomas en la carretera. A partir del próximo mes, Reino Unido permitirá el uso de ciertas tecnologías que algunos fabricantes están implementando en sus vehículos.
Empresas aseguradoras, fabricantes y compañías de transporte se han unido para hacer llegar al gobierno británico su apoyo en esta decisión. La celebración a principios de año de reuniones parlamentarias con el fin de aprobar esta ley han desbloqueado su aceptación. El gobierno dice que la tecnología tiene el potencial de hacer que la conducción sea más eficiente en el consumo de combustible y mejorar la calidad del aire en todo el país.
Se permitirá a los conductores el uso de tecnologías como la de estacionamiento a través de control remoto o la asistencia en autopista. El objetivo es regular las leyes del país con el fin de respaldar la tecnología de conducción automática lo cual a su vez permite a los fabricantes ampliar sus recursos de financiación para invertir en Investigación y Desarrollo.