El título de Kojima todavía guarda multitud de secretos que te harán querer volver a jugarlo
Metal Gear Solid V fue uno de los juegos más esperados de esta generación que se lanzó el 1 de septiembre de 2015. El título, diseñado por Hideo Kojima introdujo el último capítulo de la saga Metal Gear Solid, mostrando a Big Boss en todo su esplendor. El título introdujo revoluciones en la saga, el mundo abierto, la posibilidad de cambiar el curso de la historia e incluso un modo multijugador que permitía construir nuestra propia basa y asaltar las de otros enemigos rivales a través de la red.
Tras una primera partida donde tratamos de hacernos de nuevo con los mandos, nos viene a la memoria la posibilidad que tenemos de introducir en la misión a cualquier personaje que hayamos reclutado para nuestro ejercito. Tanto es así, que el juego nos permite jugar como Quiet, la silenciosa francotiradora u otros personajes de nuestra base. Finalmente elegimos a Big Boss para comenzar nuestra misión.
En la partida se nos ordena acabar con un líder militar del enemigo en un poblado de casas cerca de las laderas de una montaña. El clima es hostil y está lloviendo, lo cual nos permite movernos de una manera más sigilosa sin que el enemigo nos detecte. Además, vemos como el juego desborda calidad y cómo el escenario o el cuerpo de Snake están sumamente empapados.
Para matar a nuestro primer enemigo, hacemos uso de una caja de cartón que tenemos en el inventario. Tras usarla, al poco tiempo vemos como comienza deteriorarse debido a las inclemencias climáticas. Al incapacitar al enemigo, olvidamos que existía el Fulton (lo cual nos permite capturar enemigos mediante un globo sonda) y otro enemigo encuentra el cuerpo informando por radio. Al poco tiempo todos los guardias de la zona comienzan a investigar. Este quizá es uno de los aspectos más interesantes del juego, la gran calidad del comportamiento de la inteligencia artificial del enemigo.
Poco a poco vamos acabando con más y más enemigos tratando de no hacer saltar la alarma. Tan solo nos quedan un par de enemigos y el líder del grupo con los cuales acabamos rápidamente sin ser vistos.
Después de una primera misión desde bastante tiempo volvemos a apreciar las delicias de este juego. Sin duda alguna Kojima supo articular perfectamente la sensación de acción sigilosa que siempre ha buscado en la saga de Metal Gear Solid. El juego además está repleto de detalles que lo hacen muy especial y que sin duda ofrecen el deseo de volverlo a jugar de nuevo.