Conoce a los Walker, la nueva familia de moda en la televisión americana

Cuando se anunció el proyecto de Brothers and Sisters (Cinco Hermanos en su exhibición española a través de Fox y, en breve, Cuatro) la primavera de 2006 las reacciones eran en algo encontradas: por un lado nos encontrábamos ante una idea que si destacaba por algo era por su poca originalidad: por otro, estábamos ante uno de los repartos televisivos más poderosos en muchos años: Sally Field (ganadora de 2 Oscars y, recientemente, un Emmy por un papel episódico en Urgencias), Rachel Griffiths (Globo de Oro por su Brenda de A dos metros bajo tierra), Calista Flockhart (Un Globo de Oro por Ally McBeal), Patricia Wettig (que dejó su papel de presidenta en Prison Break para fichar por la serie), Ron Rifkin, Baltazar Getty (ambos de la serie Alias), Matthew Rys y Dave Annabale (de la serie Reunión).

Brothers and Sisters cuenta la historia de los Walker, una clásica y exitosa familia americana. Los hermanos mayores (Sarah, Kitty, Justin, Kevin y Tommy) intentan cumplir las expectativas de sus padres: Nora y William, quien dirige el negocio familiar con la ayuda de Saul, el hermano de Nora.

La vida de los Walker cambiará completamente después de un trágico suceso, el retorno a Los Ángeles de Kitty y la revelación de unos problemas financieros que podrían causar graves dificultades a la familia.

El piloto de la serie (uno de los pocos que no se filtraron en Internet en los preAir del verano) dejaba entrever sus principales cualidades y limitaciones: una buena presentación de personajes, secretos familiares que surgirán poco a poco para siempre salir a la luz, conflictos entre los miembros de la familia Walker (las rencillas pendientes entre Kitty y su madre Nora) y las divertidas, estresantes y cenas llenas de alcohol en las que la familia se reúne.

A pesar de que cualitativamente la serie fue de menos a más, la audiencia respondió inmediatamente consiguiendo semanalmente entre 12 y 13 millones de espectadores (la tercera serie nueva más vista, tras Shark y Héroes).

En la primera mitad de la temporada los arcos argumentales se centraron en Nora y los secretos que descubre sobre su difunto marido las adicciones de Justin, el hermano pequeño excombatiente en Irak la pequeña crisis matrimonial de Sara los graves problemas económicos que sufre la empresa familiar Ojaiy las alocadas vidas sentimentales de dos de los hermanos: la republicana Kitty (quién a pesar de estar comprometida no puede evitar tontear con uno de sus compañeros de trabajo en el programa de televisión en el que trabaja) y el abogado gay Kevin (un treintañero no disponible emocionalmente que es incapaz de mantener a alguien a su lado).

La entrada en la serie de Rob Lowe (El Ala Oeste de la Casa Blanca) supone un cambio para la serie. Kitty deja su trabajo y se encargará de ser la portavoz y jefa de campaña de Robert McCallister (Lowe), un senador republicano que después descubriremos aspira a convertirse en el próximo Presidente americano. Como no podía ser de otro modo, el senador y Kitty inician una bonita historia de amor a la que se opone Kevin.

Éste, por su parte y una vez finalizada su relación con Scotty, inicia una relación sentimental con Chad, un actor de telenovelas que está aún del armario, sitio del que parece no tener muchas ganas de salir. Finalmente éste decide dar ese paso pero alejado de un Kevin que se queda sólo una vez más.

Otra incorporación fundamental para el desarrollo de la serie es la de Emily VanCamp (la Amy Abbott de Everwood), interpretando a la hija veinteañera que William Walker tuvo con su amante Holly y cuya existencia los Walker desconocían por completo. Su llegada causa dispares reacciones dentro de la familia y afecta especialmente a Sara cuando se produce una incómoda situación entre el marido de ésta, Joe, y su nueva hermana Rebecca, lo que acabará provocando la separación temporal del matrimonio.

Menor peso han tenido los otros dos hermanos: Justin, el cualse ve obligado a volver a Irak una vez es llamado a filas de nuevo –lo cual acaba provocando que acabe ingresado en una clínica de rehabilitación- , y Tommy, que espera el nacimiento de gemelos junto a su esposa Julia (el trágico desenlace que acaba con la muerte del niño es tan triste como emotivo) mientras pone en marcha un vinedo con la amante de su padre, Holly.

El personaje de Saul se ha dejado bastante de lado en esta primera etapa de la serie aunque promete más chicha después de que los guionistas den a entender que Saul podría ser gay. Casi lo mismo se puede decir de una Holly cuyos momentos de gloria han sido sus enfrentamientos con Sara y Nora.

Con un protagonismo mucho mayor, Nora (una espléndida Sally Field que está en muchas quinielas para colarse en la categoría del Emmy a mejor actriz protagonista en drama) se ha ido enfrentando a los secretos familiares y a sus propios miserias personales (el descubrimiento de la amante y la hija secreta de William, la nueva marcha de su hijo a la guerra) para salir finalmente adelante e incluso vislumbrar un nuevo futuro sentimental (Treat Williams y Peter Coyote han aparecido para interpretar a posibles pero finalmente frustrados intereses sentimentales de Nora).

Y es que, como habéis podido ver la presencia de caras conocidas en la serie es un recurso muy habitual. Por Brothers and Sisters han pasado Jason Lewis (el Absolute Cachas de Sexo en Nueva York), los citados Williams (Everwood) y Coyote (Los 4400), Rob Lowe (quién debería figurar como regular en la próxima temporada), Emily VanCamp (que ya forma parte del reparto fijo de la serie), Jenna Elfman , Josh Hopkins o Margot Kidder (la primera Lois Lane en cine).

Estas entradas y salidas es uno de los pocos defectos de la serie y es que los guionistas y productores ejecutivos no aprovechan ni dan el tiempo necesario a las tramas de estos personajes episódicos, que podrían ser más interesantes de lo que ya son. En ocasiones el espectador tiene cierta sensación de precipitación. Esperemos que en la segunda temporada, el equipo artístico se relaje y se tome las cosas más calmadamente.

Este es prácticamente el único defecto de una serie que se ve de principio a fin con una sonrisa en la boca, que divierte y emociona y que hace de sus limitaciones (la aparente simplicidad de su planteamiento) una virtud.

¡Ya hay ganas de ver más aventuras de los Walker, mi nueva familia televisiva favorita! Cuento los días para ver el Anatomía Unplugged que han hecho en Cuatro. Teniendo en cuenta lo seguro que estoy del buen tratamiento que le dará la cadena a la serie, espero que la audiencia responda como aquella merece.

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