Las cortinas de Twin Peaks

Análisis del final de temporada de Twin Peaks, resumen y opinión

Tras los episodios de la tercera temporada de Twin Peaks y sobre todo después de aquel octavo episodio lleno de interrogantes e imágenes que nos hacen pensar, el final de la tercera temporada da respuesta a muchas preguntas y genera otros muchos enigmas. Los dos últimos episodios de la tercera temporada demuestran una vez más cómo Showtime ha dado rienda suelta a David Lynch para finalizar su obra preparada mucho tiempo atrás.

La tercera temporada de Twin Peaks es posiblemente uno de los mejores trabajos producidos para la televisión que se ha visto en mucho tiempo. El culmen perfecto para una serie que hemos vivido desde niños y adolescentes. Los amantes de la obra de Lynch seguramente hayan disfrutado mucho con los episodios de esta tercera temporada y el resto de seguidores de series de televisión en general, que se han visto enganchados a la pantalla para ver finalizar la trama iniciada con el asesinato de Laura Palmer, quizá puedan haber encontrado momentos no demasiado agradables al ver la serie. Lynch ha plasmado en esta tercera temporada el final de su obra preparada años atrás y se desvela cómo algunas escenas fueron minuciosamente rodadas hace veinticinco años para ser emitidas ahora, guardadas bajo el polvo de alguna estantería y precintadas en secreto durante tanto tiempo. Y es que en el final de la tercera temporada volvemos a ver a Laura Palmer en el transcurso de la noche en que murió, con escenas inéditas de cómo sucedieron los preámbulos del asesinato, pero que adoptan en este final de temporada un destino distinto ya que una de las misiones del Agente Dale Cooper es la de salvar el destino de Laura regresando al pasado. Poco se esclarece en este final y es que el propio Lynch apuesta porque sea el propio espectador quien busque el final de la serie que tenga sentido para él mismo.

(De izquierda a derecha) El agente Cooper, Diane y Gordon Cole

(De izquierda a derecha) El agente Cooper, Diane y Gordon Cole

En este final de temporada se consiguen encajar muchas de las piezas vertidas sobre el tablero en los episodios anteriores, resolviendo los enigmas de Twin Peaks: qué y cómo se fabrican los dobles de los personajes en las dimensiones alternativas, quién es exactamente Diane, qué ocurre realmente con Audry Horne o cuál es el destino de Frankie y su guante de jardinero.

En los dos últimos episodios vemos como se destruye finalmente el espíritu de Bob, engendrado como germen del mal, que es golpeado numerosas veces por Frankie y su guante de extremada fuerza el cuál consigue gracias a los consejos del Bombero, el gigante que aparece en los sueños de Cooper. A su vez, veremos como la misteriosa asiática con la vista vendada por tejido muscular acaba conteniendo el espíritu de Diane y que la que conocíamos no era más que un doble fabricado por el Cooper alternativo tras ser violada por éste tras los sucesos de las dos primeras temporadas.

Cooper consigue regresar al pasado en Twin Peaks, la noche de la muerte de Laura. Se nos muestran escenas de ésta junto a James Hurley y finalmente como escapa para encontrarse con Leo Johnson. Dicho encuentro nunca sucede gracias a que el Agente Cooper interviene y encuentra a Laura en el bosque para salvarla de su destino. Cooper trata de llevar a Laura hacía el acceso a la Logia Blanca para que esté a salvo y parece que así sucede ya que oímos el chasquido del vinilo atascado procedente de ella cuando Laura desaparece de las manos de Cooper. De esta manera los sucesos tras la muerte de Laura se ven modificados y se nos enseñan escenas alternativas a las que vieramos en el primer capítulo de la primera temporada de Twin Peaks, rodadas minuciosamente en aquella época y guardadas hasta ahora, que han visto la luz.

El Agente Cooper con Laura Palmer en el final de la tercera temporada

El Agente Cooper con Laura Palmer en el final de la tercera temporada

Se cierra así el círculo de sucesos acontecidos entre el agente Cooper, el agente Gordon Cole (protagonizado por el propio David Lynch) y el Major Briggs en la búsqueda del Judy o quizá Jawday (que en Chino significa "quien ha gritado" o "el que ha sido llamado") o como indica el agente Cole en el penúltimo episodio, el cuál sería un ente que engendra el mal y podríamos vincular directamente a la figura que vomita el espíritu de Bob en el octavo episodio de la tercera temporada. La búsqueda de Judy acaba con Cooper consiguiendo acceso a una Laura Palmer envejecida que vive en Odessa y que indica no ser dicha persona. El encuentro entre los dos personajes que no se viesen en el mundo onírico desde la segunda temporada de la serie. El brusco giro de los acontecimientos no nos deja entender correctamente si la llegada de Cooper hasta Odessa pasa por un cambio interdimensional que comienza cuando éste pasa la noche con Diane en un motel de una dimensión alternativa y despierta en otro totalmente distinto con una nota que le nombra como Richard. La presunta persona que encuentra Cooper resulta no ser Laura Palmer, o al menos así lo indica ella pero el agente especial del FBI insiste en llevarla de vuelta a casa en Twin Peaks.

La escena final de la tercera temporada sucede en Twin Peaks y frente a la casa de los Palmer. Se nos muestra a un agente Cooper y a una envejecida Laura Palmer que acceden a llamar y preguntar a la puerta de la casa. La mujer que abre la puerta no es, ni tiene relación, ni ha oído nunca el nombre de la familia Palmer. Cooper, sorprendido pregunta "¿en qué año estamos?" y finalmente Laura, mirando a la casa, grita desesperadamente, fundiendo en negro la escena. El significado de esto posiblemente nos indique que Cooper ha perdido la noción del tiempo, no conozca el tiempo en el que está o posiblemente esté perdido en los espacios dimensionales.

En la tercera temporada hemos visto también numerosas caras famosas que interpretan papeles relevantes y otros no tan relevantes pero que ofrecen a la serie la importancia que se merece. Descubre todos los cameos de la tercera temporada de Twin Peaks.

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